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Wolverine’s Leak: La fuga de Lobezno

Hace unos días se publicó en ciertas páginas de internet una copia no terminada del “spin-off” de X-Men Lobezno.  Rapidshare, megaupload, Bittorrent… El que no la tiene ya es porque no quiere. No obstante, más allá de la valoración de la película en sí, uno de los aspectos de esta copia que más llama la atención es el estado de los efectos especiales, muchos de ellos sin terminar. Cuesta creer que dentro de unos meses, cuando se estrene la película en los cines, los numerosos cables, modelados 3D, pantallas verdes y demás parafernalias vayan a estar perfectamente integrados. La verdad es que esta copia sin terminar tiene un valor incalculable en cuanto a “making of” se refiere. Harto de pagar 22€ por  “ediciones especiales” con unos  extras en los que lo único que aparecen son la típica “featurette” editada cinco veces en la que los actores se dedican a alabar al director y viceversa, “Wolverine Workprint” (como se ha llamado a esta versión) es el mejor contenido adicional que se ha visto desde Matrix: The Ultimate Collection. Confiemos en que este robo no perjudique demasiado a todos aquellos que trabajan por hacer un producto de calidad.

Chroma, referencias para "Tracker" de movimiento y cables.
Chroma, referencias para "Tracker" de movimiento y cables.
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“Créditos” de película

El cine es todo un arte, aunque muchas veces parezca lo contrario. Tras ver “Quantum of Solace”, hoy quiero hacer hincapié en unos artistas que muchas veces pasan desapercibidos: los diseñadores de los títulos de crédito iniciales de las películas. Y no porque me gustaran los de la última película de Bond, sino más bien por todo lo contrario. Juzgad vosotros mismos.

Si hace cuarenta años con dos carteles se quedaban a gusto, hoy en día los créditos iniciales han evolucionado tanto que muchos de ellos pueden considerarse pequeñas obras maestras. Existen en internet innumerables listados con los mejores créditos de películas, pero hoy voy a hacer mención a cinco de ellos que me llamaron la atención cuando los vi.

The Kingdom

Sin palabras. Poco se puede decir de esta impresionante exhibición de 2D y 3D combinados con imágenes reales. La interesante mezcla de la historia de Arabia Saudita con el reparto hacen de estos créditos son todo un deleite de sentidos. Sus responsables, Pic Agency, son los creadores entre otros de los créditos de “El ultimátum de bourne”. Por desgracia, es imposible encontrar estos magníficos créditos en youtube.

El señor de la guerra

Uno de los mejores falsos plano-secuencias del cine. Acompañados por la canción de Buffalo Springfield “For what it’s worth”, vemos el proceso de fabricación de una bala…y dónde acaban muchas ellas. Son dignas de admiración la integración de la bala en 3D con la película real y la unión de cada secuencia.

La habitación del pánico.

Si los dos créditos anteriores son todo un alarde de técnica, los de “la habitación del pánico” son un ejemplo de sobriedad y eficacia. Los nombres de los responsables de esta película, hechos en un sencillo 3D, están integrados sobre diversos planos de Nueva York. Los modelados se mueven al compás de los planos mediante “trackers”, que consiste en seguir el movimiento de un objeto filmado y determinar su posición, rotación y escala a lo largo del plano.

Torrente 2 : misión en Marbella

Sí, en España también sabemos hacer cosas bien. Que tomen nota los señores de “Quantum of solace”, porque aún siendo una imitación del tradicional estilo de los créditos de las películas de James Bond, los de Torrente 2 eclipsan a los de la última película de Daniel Craig. Y no sólo en cuanto a lo visual, sino también en la canción (qué grande es Raphael).

El castigador

No cabe duda de que la banda sonora de Carlo Siliotto ayuda bastante a estos sencillos pero eficaces créditos. Es todo un acierto el hecho de que sean dibujos, puesto que nos recuerda que “The Punisher” es un cómic. Los colores blanco y negro se adecúan a la perfección con el logotipo del personaje, y la forma en la que se fusionan con la imagen real en el último fotograma está muy conseguida.

Hay bastantes más créditos que llaman la atención, pero estos cinco son un claro ejemplo de cómo incentivar al espectador para que no se quede dormido a la primera de cambio. Hay que utilizar más la cabeza y menos el ordenador (va por los señores de MK12, autores de los créditos de “Quantum of Solace”.