Ya lo decía George Lucas: «El sonido y la música son el 50% del entretenimiento de una película». Llevar la contraria a una de las personas más influyentes en la industria del cine sería una locura. Desde los años 70, el creador de la saga «Star Wars», ha llevado a Hollywood de la mano en cuanto a estándares de calidad de sonido se refiere. Buena prueba de ello es la ansiada certificación THX en las salas de cine o el ya antiguo sonido envolvente 5.1 en los salones de casa. Personalmente nunca me gustó «La guerra de las Galaxias», pero he de reconocer que cuando vi «La amenaza fantasma» en cines salí simulando el sonido de un sable láser con la boca.
Es evidente que la saga «Transformers» no tiene la misma relevancia que «Star Wars», pero es cierto que los diseñadores de los efectos de sonido de esta tercera entrega han hecho un trabajo sideral. Tanto si odias a Michael Bay como si no, es imposible negar que el diseño y producción del sonido es impresionante. Basta con ver el trailer para darse cuenta de la importancia de este apartado en sus películas (especialmente en las que el guión es un simple y entretenido accesorio) y cómo ayuda a sumergirse en la historia.
En el vídeo publicado en Soundworks Collection “The Sound of Transformers: Dark of the Moon” hay momentos en los que uno duda si tocar la guitarra con un destornillador para conseguir el efecto de una nave alienígena es una genialidad intencionada o fruto del azar, pero lo que uno no puede negar es que el resultado final es efectivo.
Ha pasado ya más de una hora desde que terminé el visionado de Max Payne. Fue en las mejores condiciones posibles: proyección digital en Kinépolis, sonido THX y un par de excelentes localidades en el centro de la sala. La crítica internacional ya ha hecho su agosto a costa del film por lo que no seré yo quien pierda el tiempo intentando pensar que ha sido del genial personaje creado hace siete años para un videojuego y que casualmente da título a la película. No hay rastro del astuto policía que hacía poesía del dolor e ironizaba cuando “su beretta se agitaba revoltosa” o “los disparos sonaban como signos de exclamación”. De él solo queda un insulso, inexpresivo y muermo agente del cual sabemos que busca venganza sólo porque los demás lo dicen. Menos mal que costó “poco” y duró menos. Quizás esta conversación os resuelva alguna duda:
– Twenty Century Fox: Hola, buenos días, ¿el señor Moore?
– John Moore: Sí señor, ¿en que puedo ayudarle?
– T.C.F.: Verá le llamamos de la Twenty Century Fox. Hemos adquirido los derechos de un videojuego y hemos pensado en usted para dirigir la adaptación al cine.
– J.M. ¿Un qué?
– T.C.F. Un videojuego. Usted está familiarizado con el cine de acción, ¿no es así?
– J.M. Bueno… He dirigido a Owen Wilson en Tras la línea enemiga. No es la panacea pero…
– T.C.F. Oh, no se preocupe. Esto se llama Max Payne. Es la historia de un policía que busca venganza porque mataron a su familia y se lía a dar tiros. Tampoco son necesarios grandes alardes porque el nombre tiene gancho.
– J.M. Bueno, no sé. Supongo que tendría que echarle un vistazo al videojuego.
– T.C.F. Tampoco hace falta que se lo tome tan a pecho. Tenemos a un excelente guionista trabajando en la adaptación. Es de Texas, se llama Beau Thorne y no ha escrito nada antes, pero es majo.
– J.M. Ah vale, pues genial. Quiero a Christian Bale, a Angelina Jolie y… por ejemplo… vamos a ver… ¡a Robert de Niro de villano! Me encantó ese tío en El cabo del miedo. Es bueno, ¿eh?
– T.C.F. Ya… Verá, lo cierto es que Mark Walhberg tiene contrato con nosotros hasta 2010 y ya ha aceptado, Mila Kunis, la chica que pone la voz a Meg en nuestra serie, Padre de Familia, quiere pasarse al cine y se lo habíamos prometido… y luego está Amaury Nolasco que es uno de los protagonista de otra de nuestras series, Prison Break. Tras la huelga de guionistas la serie se ha quedado un poco en el aire y si lo ponemos de villano podría ayudar a relanzar el producto.
– J.M. Vaya, vaya, veo que ya tienen todo pensado. Creo que necesitaría un presupuesto de unos 80 millones.
– T.C.F. ¡Caray! ¡Piensa usted a lo grande! ¿Qué tal 20 millones y prescindimos de las secuencias de acción?
– J.M. Hombre, no sé. Si me han dicho que es de un policía que se lía a dar tiros algo habrá que poner…
– T.C.F. Está bien. 35 millones y firma para una segunda parte.