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Cinco razones para (volver a) ver: «Twin Peaks»

En principio esta sección del blog estaba dedicada a las mejores series del momento. Yo quería escribir un post sobre «The Killing» (acaba de estrenarse en España) pero llevo un mes viendo «Twin Peaks» y la fascinación me ha podido. Y además, ¡qué demonios! Si no puedo escribir sobre lo que quiero en este blog, ¿dónde voy a hacerlo? Ahí van mis cinco razones:

El cadáver de Laura Palmer envuelto en plástico.
El cadáver de Laura Palmer envuelto en plástico: un icono de los 90.

1) El tiempo. Según mis cálculos tenía entre cinco y seis años cuando vi por primera vez el episodio piloto de «Twin Peaks» en Telecinco. Por negligencia paterna o atrevimiento infantil, la imagen del cadáver de Laura Palmer envuelto en plástico se quedó grabada en mi imaginario hasta hoy. Han pasado 20 años y aquella serie es hoy un auténtico icono de culto. Para muchos fue una serie incomprendida y adelantada a su tiempo. Para bien o para mal, eso la ha mantenido con una frescura de la que hoy pocas series de aquella época pueden presumir.

2) Reparto coral. En «Twin Peaks» más de 20 personajes distintos aparecen en la mitad de los episodios y otros 70 lo hacen en al menos dos. Narrativamente es un desafío que invita a perderse y tirar la toalla pero Lynch y Frost consiguen tocar con su varita cada uno de ellos. No hay personajes “no memorables” en «Twin Peaks». Los actores están espléndidos y encajan con naturalidad los avatares más surrealistas del microcosmos creado, de manera que la serie gana credibilidad cuando más lo necesita. Kyle MacLachlan, Ray Wise, Sherilyn Fenn o Everett McGill firman las mejores interpretaciones de su carrera.

3) Amazon. La edición en caja dorada de la serie es una maravilla. El escaneado del negativo original y su remasterización aportan un lavado de cara impecable que nos permite disfrutar de la particular atmósfera de la serie como el primer día. En Amazon.es su precio es de 28.84 euros. Una auténtica ganga si lo comparamos con la mayoría de distribuidores (donde no baja de 45). No os molestéis en hacer el cálculo: sale a menos de un euro el episodio.

Las protagonistas de Twin Peaks en la portada de Rolling Stone en octubre de 1990.
Protagonistas de Twin Peaks en la portada de Rolling Stone en octubre de 1990.

4) Música. Angelo Baladamenti había compuesto las bandas sonoras de «Terciopelo azul» y «Corazón salvaje» cuando David Lynch le pidió que trabajará en la música de la serie. El compositor de origen italiano respondió con un inspiradísimo trabajo instrumental capaz de batir récords de ventas. Hasta un desconocido Moby utilizó su «Laura Palmer’s Theme» como base para «Go», su primer gran éxito. Nacho Vigalondo fue el primero en descubrirme uno de eso momentos maravillosos que ofrecen los extras de la caja dorada. En el capítulo titulado «Creating the Music», Badalamenti se pone delante del piano para describir como se compuso el «Love Theme» dos décadas antes. No os lo perdáis. Sobran las palabras.

5) Icono cultural. «Twin Peaks» cambió la ficción televisiva para siempre. De su atrevimiento temático y estructural  bebieron (y beben) decenas de series y películas. Y es que cuesta creer que «Expediente X» o «Perdidos» hubiesen visto la luz sin el camino que allanó la serie. Incluso videojuegos como «Alan Wake» o «Silent Hill» muestran una influencia innegable . Mención aparte su divertido homenaje en «Los Simpson».

El final de Twin Peaks fue injusto y precipitado pero la presión de la cadena por resolver el hilo principal acabó matando la gallina de los huevos de oro. Que no os eché para atrás. Lo gracioso es que no importa quién mató a Laura Palmer.