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The very best of 2013 (lo más mejor del año):

El año termina y si echamos la vista atrás, a los títulos estrenados en nuestras pantallas desde enero, nos daremos cuenta de que ha sido un año de lo más productivo.

Mejores películas: Zero Dark Thirty de Kathryn Bigelow, Stoker de Chan-wook Park, Gravity de Alfonso Cuarón y Mud de Jeff Nichols. El orden lo dejo a vuestro criterio.

El asalto a la casa de Bin Laden en Zero Dark Thirty

Escenas favoritas: El avión entra en pérdida y Denzel Washington le da la vuelta en Flight de Robert Zemeckis. Bardem le cuenta a Fassbender como Cameron Diaz lo daba todo en su descapotable en The counselor de Ridley Scott. De noche y en plena ciclogénesis (en aquel entonces todavía las llamábamos tormentas) un tiranosaurio de nueve metros embiste el Ford Explorer en el que viajan los niños en Jurassic Park 3D (sí, este verano la reestrenaron con motivo de su 20 aniversario).

Documental: Searching for Sugar Man de Malik Bendjelloul.

Serie del año: Breaking Bad, temporada final (serie del año, de la década, del siglo). Épico final a una auténtica obra de arte. La transformación de Walter White en 62 joyas de 45 minutos.

Interpretaciones de otro planeta: Daniel Day Lewis en/es Lincoln, Matthew McConaughey en/es Mud y Tom Hanks en/es el Capitán Phillips. En el lado femenino: Adele Exarchopoulos en La vida de Adele, Emmanuelle Riva en  Amour y Quvenzhané Wallis en Bestias del sur salvaje.

Terceras partes nunca fueron buenas: Resacón 3 de Todd Phillips.

Terceras partes no siempre son malas: Antes del anochecer de Richard Linklater.

Tal vez sean cojonudas pero no lo sabré nunca: Pacific Rim, Thor 2, Man of Steel y un largo etcétera de productos enlatados, reboots e innecesarias secuelas.

Tom Hanks y sus looks bizarros en Cloud Atlas

Look bizarro: Los de Tom Hanks en El atlas de las nubes y James Franco en Spring Breakers. Raro, raro, raro…

Too old for this shit: Robert Redford en The Company you Keep. Con casi 80 años, el papel de padre de una niña de 11 que sale a hacer footing, viste con vaqueros y gorra y trepa muros no me termina de convencer…

La fotografía es una pasada pero te has olvidado de hacer la peli: To the Wonder de Terrence Malick.

John McTiernan, vuelve, por favor: A Good Day to Die Hard de John Moore.

Momento amo el 3D: Cualquiera de esos planos secuencia de Sandra Bullock dando vueltas sin control en Gravity.

Momento odio el 3D: Todos los demás.

Maldita sea, ¿por qué estoy viendo esta película doblada? Rush.

Nadie las echaría de menos: El último desafío, Gangster Squad, After Earth y The Purge.

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Cinco razones para ver : «The Good Wife»

A punto de comenzar su tercera temporada en EEUU (estreno el 25 de septiembre en la CBS), «The Good Wife» ha logrado labrarse una excelente reputación en la competitiva parrilla de TV americana. Una audiencia fiel y constante (más de 13 millones de espectadores de media), el apoyo de la crítica y una decena de prestigiosos galardones (Emmy y Globo de Oro incluidos) son la carta de presentación de nuestra última propuesta. Ahí van cinco buenas razones para disfrutarla:

1) Estilo. Seamos sinceros, no es la clase de serie que sueles ver. No hay sangre, tiroteos, giros repentinos de guión ni taquicárdicos finales de episodio pero aún así te has animado a leer estas líneas. Te gustaría que te gustase.

Chris Butler y Titus Welliber, secundarios de lujo en «The Good Wife»
Chris Butler y Titus Welliber, dos de los secundarios de lujo de «The Good Wife».

2) Trama. Cada episodio funciona individualmente pero capítulo a capítulo vamos descubriendo calculadas pinceladas de una interesante trama de corrupción, espionaje y lucha de poder en las altas esferas de Chicago. Por su exhaustiva descripción del microcosmos de jueces, abogados, fiscales y políticos, es probable que «The Good Wife» esté más cerca de series como «The Wire» o «Damages» que de otros clásicos del género. Lochkart and Gardner será a los bufetes de abogados lo que Sterling Cooper a las agencias de publicidad. Al tiempo.

3) Actualidad. La serie está inspirada en el escándalo de prostitución que salpicó al Gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, en 2008 pero también en los casos de John Edwards y Bill Clinton.  Su conexión con la realidad actual es total: la crisis económica, los despidos, la influencia mediática de Twitter o referencias a la política de Obama son constantes y hacen de esta serie una auténtica hija de su tiempo.

Christine Baranski interpreta a Diane Lockhart
Christine Baranski interpreta a Diane Lockhart en la serie.

4) Los Scott. Con mayor o menor éxito muchos rostros conocidos de Hollywood han apadrinado series de televisión en los últimos años: Steven Spielberg («The Pacific»), Mark Wahlberg («El séquito»), Bryan Singer («House») o Martin Scorsese («Boardwalk Empire») son algunos ejemplos. En «The Good Wife» son los hermanos Ridley y Tony Scott los que contribuyen como productores ejecutivos. Si bien su estilo no es reconocible en la dirección de la serie, la calidad de sus producciones queda patente en la cuidadísima factura técnica.

5) El cast. Parece que no puedes recomendar una serie sin decir que sus actores son cojonudos y han ganado muchos premios. Está bien. Julianna Marguiles, protagonista indiscutible, ha ganado el Globo de Oro (2010) y el Emmy (2011) a la mejor actriz. Pero es que hasta cinco de sus secundarios estaban nominados la semana pasada en los Emmy: Josh Charles, Alan Cumming, Christine Baranski, Archie Panjabi o el mismísimo Michael J. Fox como estrella invitada. Sin duda el sustento dramático de la serie está en sus actores.