En noviembre de 2013 visitamos los decorados de los clásicos del Spaguetti Western que todavía siguen en pie en el desierto de Tabernas, en Almería. En los años 60 y 70 se construyeron para albergar el rodaje de títulos míticos como «La muerte tenía un precio» o «Hasta que llegó su hora» (1968). Hoy viven (o más bien sobreviven) gracias al turismo y a la visita de algún rodaje esporádico que devuelve vida a esas calles de polvo y madera.
Recorriendo esos parajes fue revelador comprobar que muchos de esos lugares ya los conocíamos. Hemos visto algunas de esas películas casi una decena de veces pero quiero decir que ya “los habíamos vivido”. ¿En otra vida? Algo así… Estamos hablando del videojuego «Red Dead Redemption» (Rockstar Games, 2010). No puedes pasear por la avenida principal de Fort Bravo sin acordarte de Armadillo o recorrer las ramblas de su desierto sin pensar en Cholla Springs y sus alrededores. Tras dos fan films, basados en Max Payne y Modern Warfare, el siguiente paso estaba justo delante de nosotros. Blanco y en botella, que se suele decir.
En EEUU tienen el Monument Valley, el Canyon de Chelly o las Montañas Rocosas, pero los clásicos que encumbraron a gente como Clint Eastwood o Ennio Morricone se rodaron aquí. Y es precisamente en muchos de esos títulos en los que la gente de Rockstar se fijó a la hora de crear el universo del videojuego. La oportunidad era inmejorable así que, sin perder un minuto, comenzamos a trabajar en el guión de «Seth’s Gold».
No hemos inventado la pólvora. Todo lo que contamos lo has visto en el juego, pero la parte complicada del trabajo está en decidir que tomas y que omites para poder contar una historia que funcione en apenas 10 minutos de corto. Seis borradores después puede que los hayamos conseguido.
En sus 14 páginas, no hay una sola línea que no creamos que podemos realizar, pero es, sin lugar a dudas, el proyecto más complejo, caro y ambicioso que hayamos preparado jamás. «Seth’s Gold» triplica el presupuesto de nuestro anterior fan film, «Modern Warfare: Sunrise». Y eso a pesar de contar con un equipo técnico y artístico, de casi 30 personas, que se ha ofrecido a trabajar por amor al arte con tal de que algo tan descabellado se haga realidad.
Con esta producción esperamos dar un salto de calidad, mejorando todas y cada una de las patas de las que se compone un corto. Por primera vez contaremos con actores nativos profesionales, con sonido directo, un director de fotografía, especialistas de acción o una banda sonora de estudio. De hecho, ya hemos grabado un cover del memorable Far Away de José González que pronto podréis escuchar.
Avanzamos con paso firme y esperamos poder rodar el corto en octubre y noviembre. Suena lejos, pero con todo el trabajo que tenemos por delante, está a la vuelta de la esquina. A día de hoy, tan solo un escollo se cruza en nuestro camino: conseguir los 15.000 euros necesarios. Desde hace unas semanas tenemos en marcha una campaña de crowdfunding con la que necesitaríamos recaudar al menos 12.500 euros (un 80% del coste total de la producción).
Si te animas a echarnos una mano y escribir tu nombre en esta historia échale un vistazo a la campaña en Indiegogo pinchando aquí. Explicamos con todo lujo de detalle nuestro plan de producción y tenemos recompensas espectaculares, como este póster de 70×100 cm que el ilustrador Francisco Iglesias Periáñez ha diseñado para nosotros. Te lo mandamos a casa por solo 25 euros. ¿Seguro que no quieres uno?