Hace unos días se publicó en ciertas páginas de internet una copia no terminada del “spin-off” de X-Men Lobezno. Rapidshare, megaupload, Bittorrent… El que no la tiene ya es porque no quiere. No obstante, más allá de la valoración de la película en sí, uno de los aspectos de esta copia que más llama la atención es el estado de los efectos especiales, muchos de ellos sin terminar. Cuesta creer que dentro de unos meses, cuando se estrene la película en los cines, los numerosos cables, modelados 3D, pantallas verdes y demás parafernalias vayan a estar perfectamente integrados. La verdad es que esta copia sin terminar tiene un valor incalculable en cuanto a “making of” se refiere. Harto de pagar 22€ por “ediciones especiales” con unos extras en los que lo único que aparecen son la típica “featurette” editada cinco veces en la que los actores se dedican a alabar al director y viceversa, “Wolverine Workprint” (como se ha llamado a esta versión) es el mejor contenido adicional que se ha visto desde Matrix: The Ultimate Collection. Confiemos en que este robo no perjudique demasiado a todos aquellos que trabajan por hacer un producto de calidad.
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Preguntas con respuesta
A lo largo de los vídeos que hemos publicado en Youtube, se ha formulado una pregunta con cierta frecuencia: “¿Son las armas reales o de fogueo?” Pues bien, hoy vamos a tratar esta cuestión y ver cuál es el armamento de Zapruder Pictures. Para vuestra seguridad y tranquilidad hemos de deciros que no, no son reales y, aunque tenemos de fogueo, nunca las utilizamos con munición. Las “armas” que se ven en los cortometrajes son réplicas hechas en plástico y metal que disparan bolitas de plástico PVC. Es decir, son réplicas de Airsoft.
Durante unos cuantos años hemos ido coleccionando lo que hoy es “The Zapruder Armoury”, que consta de numerosas réplicas. Para empezar, tenemos pistolas de Airsoft de muelle simple. Las típicas que uno tiene cuando ronda los 14 y que nosotros hemos conservado para darle un uso mejor que matar abejas en verano. Son aquellas en las que tienes que desplazar la corredera cada vez para poder efectuar un disparo. La mayoría están hechas en plástico con alguna pieza de metal, por lo que hemos tenido que pintar más de una para conseguir un efecto más real. Tenemos desde las más famosas (Walther PPk, Colt 1911, Beretta M92, Glock, etcétera) hasta algún clásico, como la Walther P38 o Luger. Con este sistema de muelle simple también tenemos varios modelos de subfusiles ( H&K MP5 SD3, Sk0rpion Vz 61, Micro Uzi, Thompson M1 y 1928 y MP40’s) y fusiles de asalto (HK G36K, L85A1, HK G3 A3, AK-47, M16 A1 y M4 A1).
No obstante, las que mejor impresión producen por su excelente acabado (mucho más cuidado que las anteriores) son las réplicas que funcionan con gas. Éste hace que el arma pueda ser disparada hasta vaciar el cargador o por supuesto hasta agotarse la presión que produce. Lo bueno de esta categoría es que los modelos tienen “blowback”, que es un sistema por el cual la corredera se desplaza por la energía producida al disparar un arma. En este caso, el “blowback” de estas réplicas simula el movimiento de un arma real. De este tipo disponemos de una Beretta M92 cromada, una H&K USP Compact, una H&K MK23 (Socom) y un subfusil MAC-11.
Por último, tenemos réplicas AEG (Airsoft Electric Gun), que funcionan con una batería y permiten disparar bolitas con una alta cadencia de disparo. Dependiendo de la marca (Marui, Classic Army, etcétera) se pueden encontrar acabados más o menos perfeccionados. De esta categoría tenemos un H&K MP5 A3, una Thompson M1 y un Steyr AUG.
Todas estas réplicas son prácticamente inofensivas, pero eso no exime a nadie de usarlas con responsabilidad. Y ahora que hablamos de responsabilidad no hay que olvidar las armas de fogueo que también poseemos. En este caso el catálogo es menos extenso (dos Berettas M92, una Walther PPK/S y un revólver) que utilizamos sólo en primeros planos o en casos excepcionales (nunca cargadas). También hemos realizado fotografías a las llamaradas que producen estas armas para integrarlas posteriormente en los vídeos. Además presentan la ventaja visual de que salta un casquillo con el disparo, lo que ahorra trabajos de postproducción.
Las llamaradas o muzzle flashes las dibujamos en Photoshop o las fotografiamos (según la necesidad) y las añadimos digitalmente sobre el fotograma deseado con After Effects o con Final Cut, dependiendo del grado de detalle que queramos alcanzar. Si además le añadimos un sonido impactante, se consigue un buen resultado y se evita cualquier tipo de peligro durante la grabación. Muchos de los sonidos los extraemos del impresionante trabajo que realizan los diseñadores de sonidos de juegos como el F.E.A.R., Half-Life 2, Red Orchestra, Medal of Honor, Rainbow Six o el propio Max Payne.
Por último, comentar que este tipo de réplicas no se pueden exhibir en la calle, ya que os puede parar la autoridad de turno (de hecho, nos ha pasado alguna vez) y poneros una bonita multa. Además solemos grabar en lugares apartados para evitar así cualquier problema con vecinos y transeúntes.
Básicamente es todo nuestro repertorio “armamentístico”, aunque corro el peligro de olvidarme alguna que otra. Por cierto, si tienes una réplica que no uses y la quieres donar a Zapruder Pictures deja un comentario y nos pondremos en contacto contigo (y aparecerás en los créditos de futuros cortometrajes o largometrajes, ¡quién sabe!).