De piedra. Así me he quedado esta mañana cuando navegando por IMDB he tenido la primera noticia de la existencia de un remake de este clásico moderno. Hace 20 años “Desafío Total” era una película atípica. La protagonizaba la superestrella de acción del momento y sus efectos especiales eran revolucionarios. En la mayoría de reseñas que encontraréis por ahí se dice que ganaron el Oscar a los Mejores Efectos Visuales pero técnicamente eso no es posible porque el galardón no se inventó hasta 1991 (“Terminator 2: El juicio final” fue la agraciada). En su lugar recibió un Special Achivement Award, lo cuál tiene más mérito porque se trata de un premio al mérito en la innovación cinematográfica y no se entrega cada año (la última vez que se concedió fue en 1995 a “Toy Story”). Pero no quiero irme por las ramas.
Como iba diciendo “Desafío Total” es una película atípica. A pesar de que con esos dos ingredientes (la superestrella y los efectos visuales) hoy la película sería un gran blockbuster de estudio, el filme entonces tenía una personalidad memorable. Llegados a este punto es importante reseñar que su director, Paul Verhoeven (“Instinto Básico”, “Starship Troopers”) es un auténtico artesano de esto. Lo que hoy llamaríamos un cineasta de autor. Su cine tiene rasgos propios, esas señas de identidad que distinguen a los grandes. De hecho creo que John McTiernan (“La jungla de Cristal”) y Renny Harlin (“Máximo Riesgo”) también los tienen pero argumentarlo me costaría alguna que otra discusión. En “Desafío Total” Verhoeven consolida muchas de las características de su cine que ya mostró al gran público en “Robocop”. Dota al filme de una logradísima atmósfera claustrofóbica y sus personajes sádicos, ambiciosos o románticos encajan en el puzzle a la perfección.
El artífice de este puzzle es sin embargo el malogrado Philip K. Dick, verdadera fuente de inspiración para el cine de ciencia ficción de los últimos 30 años. Algunos de sus relatos fueron el punto de partida de títulos como “Blade Runner”, “Minority Report”, “Paycheck” o la más reciente “Destino Oculto” pero sin duda esta es una de sus adaptaciones más acertadas. El guión juega con el espectador, sumergiéndole en un universo de confusión del que solo saldrá cuando lo haga su protagonista.
La política, sus recientes líos de faldas y quizás cierto encasillamiento en cuanto a su género favorito, han dado a Arnold Schwarzenegger peor fama interpretativa de la que se merece. Creo sinceramente que el tiempo y sobretodo sus películas le colocarán donde le corresponde porque “Depredador”, “Terminator”, “Desafío Total”, “Terminator 2” o “Mentiras arriesgadas” son verdaderas obras maestras del cine de acción y ciencia ficción de todos los tiempos. ¿Cuántos actores tienen cinco obras maestras en su filmografía? El Doug Quaid / Hauser que el austríaco interpreta en esta película ha dejado un listón muy alto para Colin Farrell.
Y puestos a dedicar unas líneas al remake que prepara el director de Underworld me gustaría lanzar un par de reflexiones. El casting deja cierto sabor agridulce: a elecciones tópicas y en mayor o menor medida palomiteras como Jessica Biel, Colin Farrel o Kate Beckinsale (esposa en la vida real del director, Len Wiseman) le acompañan secundarios de lo más atractivo como Bill Nighy o el sorprendente Bryan Cranston (“Breaking Bad”). Un buen punto de partida sería que los efectos especiales prescindiesen del abusivo CGI (Computer Generated Imagery), nada de 3D y por supuesto Parental Guidance 13 o superior. Sorprendente, por cierto, es el presupuesto de 200 millones de dólares al que apuntan varios medios.