Seguro que más de una vez has fantaseado con lo que harías si te tocara la lotería. El próximo viernes 7 de junio un único acertante de Euromillones podría llevarse 100 kilos a la hucha.
Superado el desmayo inicial, muy mal te lo tienes que montar para que un par de ellos no te solucionen la vida. ¿Qué hacer con los otros 98? Aquí van algunas excentricidades que nos ha brindado el cine.
1) ¡Regálalos! (Batman, 1989)
Al ritmo del “Trust” de Prince y en tu propia caravana. Si tu intención secreta es envenenar la ciudad, eso ya es cosa tuya…
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2) Contrata a Claudia Schiffer para tus clases de aerobic (Niño Rico, 1994)
O construye un parque de atracciones en casa, con tu propio McDonald’s y una réplica del monte Rushmore con la cara de tus padres. Las posibilidades son infinitas. La escena está en alemán pero sobran las palabras…
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3) Cómpra una mansión con espacio para tu propio tigre (Scarface, 1983)
Si te da por lo hortera, Tony Montana tiene un puñado de buenas ideas. El mobiliario con tus iniciales, un traje blanco y un armario con lanzagranadas no pueden faltar.
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4) Llévalos a bordo como equipaje de mano (Atraco perfecto, 1956)
Pero pase lo que pase, no factures la maleta. De no ser así, puedes acabar realizando la opción 1). Mira la cara de Sterling Hayden a partir del 01:08.
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5) Préndeles fuego (El caballero oscuro, 2008)
Si tu también eres un hombre de gustos sencillos y te gustan la pólvora, la gasolina y la dinamita porque son baratas, esta es tu opción.
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6) Consigue una reserva en Dorsia (American Psycho, 2000)
No te quedes con las ganas de disfrutar de una exclusiva cena en el restaurante de moda. ¡Cómpralo! Patrick Bateman nunca lo superó.
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7) Conviértete en un magnate, playboy y filántropo (Iron Man, 2008)
Ese significa, entre otras cosas, comprar una escudería de F1 y disputar el GP de Monaco o construirte un supertraje volador. Tus 98 millones de euros desaparecen en pocos días.
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8) Se tan rico que no pierdas el tiempo (Wall Street, 1987)
Cómprate un reactor, una casa en la playa y un enorme teléfono móvil con el que llamar al año 1987.
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¿Cuál es vuestra escena favorita? ¿Tenéis alguna otra?
Apenas unos meses después de la publicación de la espectacular autobiografía de James Ellroy («A la caza de la mujer») descubrimos por la red un artículo de 1998 en el que Ian Johnston recoge las diez películas policíacas favoritas del escritor de «La Dalia Negra» o «L.A. Confidential». En su mayoría se trata de joyas del cine negro de los 50 por lo que parece poco probable que la lista fuese muy diferente si Ellroy la confeccionase hoy. Aquí tenéis la traducción que nos hemos currado:
1) L.A. Confidential (Curtis Hanson, 1997)
“Es muy distinta al libro pero se convirtió en una obra de arte por méritos propios. No es tan ruda como la novela pero hace justicia a mis personajes así que tiene que ser mi película policíaca favorita. Ed Exley es el personaje más fuerte de los tres tanto en el libro como en la película. La interpretación de Guy Pierce es la más potente porque su destino es el más ambiguo y complejo. Es el único que sale físicamente intacto de ese holocausto, pero aún así le esperan cosas oscuras. Creo que la película refleja todo eso.”
2) El Padrino. Parte II (Francis Ford Coppola, 1974)
“Está mucho mejor acabada que la primera parte. Las escenas individuales se han dilatado. Tiene mucho mejor aspecto y se nota que tenían más dinero. Es épica, ¿y cuantas películas policíacas lo son? Me gustan las piezas sinfónicas grandes y las películas largas. Pacino no tuvo mucho éxito a la hora de hacernos empatizar con ese pedazo de mierda viciosa de Michael Corleone, pero creo que al final de la película llego a entender al hombre. Lo sacrificó todo por su familia y eso la acabó destruyendo. Hay una gran ironía en ello.”
3) El merodeador (Joseph Losey, 1951)
“Es una película de 1951 protagonizada por Van Heflin y Evelyn Keyes. Los protagonistas son un policía corrupto, sucio y pervertido y la mujer solitaria y cachonda de un DJ nocturno. Ella es mucho más joven que él y denuncia haber visto a alguien merodeando alrededor de su casa. No quiero contaros toda la trama porque podríais acabar viéndola. De hecho, deberíais verla. La historia es plausible en un modo poco común para el cine negro. Van Helfin esta genial de protagonista interpretando a Webb Garwood, un sudoroso y repulsivo policía atrapado. No es del todo un psicópata pero está muy cerca.”
4) Ola de crímenes (André de Toth, 1954)
“Es Sterling Hayden en una película de robos que transcurre en Los Ángeles. Gene Nelson es un expresidiario vinculado a un robo por dos compañeros de la misma cárcel. Se ha mantenido limpio pero es obligado a cooperar con estos tíos para proteger a su mujer, Phyllis Kirk, y a su familia. Sterling Hayden era un gran actor y está impresionante en el papel de un detective convencido de que Nelson es culpable. «Ola de crímenes» tiene unos exteriores fabulosos de Los Ángeles. Me encanta poder volver atrás y revivir la presencia física de Los Ángeles en los 50, y esta película me lo permite.”
5) Apuestas contra el mañana (Robert Wise, 1959)
“Es la mismísima esencia del cine negro en cuanto a su forma abordar el racismo y una sexualidad hecha mierda. Es una película de un puñados de tipos desesperados que planean su último golpe en un banco de un pueblo de Nueva York. Por supuesto, son inconscientemente auto-destructivos y la acaban jodiendo. Es la mejor película de golpes-que-salen-mal de todos los tiempos. También hurga en los aspectos psicológicos y en los temas sociales de la época, que son significativos y profundos. Robert Ryan está jodidamente bien y Harry Belafonte también.”
6) Atraco perfecto (Stanley Kubrick, 1956)
“Para ser honesto he de decir que no tengo una lista de 10 películas, sólo de cinco. Me gusta «Atraco perfecto» porque es otra gran película de Sterling Hayden. Una buena película de atracos-que-salen-mal. Las películas policíacas son las únicas que me gustan. No me gustan ni las comedias, ni los dramas históricos, ni las películas del oeste, ni la ciencia-ficción. Son las únicas que veo, y veo muy poquitas. Apenas un puñado de ellas son veraces.”
7) Plunder road (Hubert Cornfield, 1957)
“En lo que se refiere a cine negro, no descubrí estas películas hasta que ya había escrito unos cuantos libros. Y eso a pesar de que nací y me críe en Los Ángeles. Recuerdo haberme quedado pasmado con un par de películas de atracos-que-salen-mal: «Atraco perfecto» y esta. Elisha Cook Jr., Gene Raymond y Wayne Morris forman una banda que roba un tren cargado de lingote de oro que se dirige a San Francisco. Tras el robo dividen el botín en tres coches pero todo se jode. Es fatalista y de muy bajo presupuesto.”
8) The line-up (Don Siegel, 1958)
“Grandes localizaciones en San Francisco. Maravillosas escenas de procedimiento policial y una magnífica interpretación de Eli Wallach en el papel de un matón psicópata llamado Dancer. A su compañero, Robert Keith, le gusta tomar nota de las últimas palabras de sus víctimas antes de morir. Deben encontrar tres paquetes de contrabando de heroína por San Francisco. Evidentemente la policía también está buscando la fuente de esa heroína. Aunque me gusta el cine negro hay alguna película policíacas de los 70 con finales verdaderamente sucios y feos que me gustan. Un buen ejemplo es «La gran estafa» de Don Siegel”.
9) 711 Ocean Drive (Joseph M. Newman, 1950)
“Una película muy infravalorada en la que Edmond O’Brien interpreta a un técnico telefónico sudoroso y ansioso por hacerlo bien. Unos hombres de negocios, impresionados por sus habilidades técnicas, le persuaden para que construya un servicio de cable con el que conectar los resultados de las carreras de todas las pistas de la Costa Oeste. Todo se le sube a la cabeza. Es una maravillosa historia de ascenso-y-caída y solo dura una hora y 40 minutos. Localizaciones en Los Ángeles, Palm Springs, Edmon O’Brien…”
10) Vertigo (Alfred Hitchcock, 1958)
“La gran película de Hitchcock sobre el amor obsesivo. También me gusta «Psicosis» pero «Vértigo» es mi preferida. Es cine negro aunque esté rodada en exhuberante color. La banda sonora de Bernard Herrmann es preciosa. Y con esta son diez, ¿no? Pues a tomar por culo. Tengo que volver al trabajo. No os voy a decir el nombre de mi próxima novela y no estará lista hasta dentro de un par de años. “