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Airsoft asequible

Por lo general, ests dos palabras rara vez suelen ir de la mano. Como en casi la totalidad de todos los objetos que uno se compra, salvo raras excepciones,  la calidad se acaba pagando, y el airsoft no es una excepción. Pero por suerte, uno no siempre necesita tener el mejor producto ni ir a la última, y más si sólo quieres las réplicas de las armas como atrezzo, que suele ser nuestro caso. Pagar 300€ por un M4 es un lujo que pocos se pueden permitir, aunque por suerte existen páginas como www.airsoft.es en la que se pueden encontrar productos con un aspecto bastante bueno a un precio más que razonable y que incluso sirven también para practicar este deporte.

El HK 416 es una opción recomendable a un precio asequible
El HK 416 es una opción recomendable a un precio asequible

Por ejemplo, por 80€ podemos adquirir un HK MP5 Ka4 (como el que utiliza Neo en el tiroteo de Matrix) de plástico, por 135€  un AK SLR de metal o por 156€ un moderno HK 416.  Está claro siempre existirán una serie de marcas referencia y que suelen ser a lo que uno aspira, pero no cabe duda de que estas réplicas son la elección perfecta entre una Western Arms de 500€ y un M4 de muelle simple que venden en las tiendas Poly por 20€. Cada cual tiene su función: con buena puntería y el Western Arms serás el “Terminator” de la partida de Airsoft; con el HK 416 podrás jugar perfectamente y soportará con gran dignidad un primer plano en un corto y con una de Poly, podrás armar a todo tu ejército en pantalla por el precio de una de las otras.  Estas últimas réplicas han aparecido en numerosas ocasiones nuestros cortos (el M4 y el G36K en “Criminal”), pero nunca hay que descuidar la importancia de lo que transmiten, como la Beretta M92 cromada de “Miami Vice: The Vigo Connection“.

Como véis, cada una tiene su ventaja y desventaja: un arma con un peso y acabado adecuado ayudará a que el actor se comporte de forma más acorde a la situación.  No es lo mismo tener en la mano una réplica de una Mac-11 que pese 300gr y esté llena de tornillos por todos lados (como las de Poly), que una Mac-11 de KSC de 1,8Kg hecha en metal y ABS, pero no siempre se tienen 150€ para invertir. Lo que queremos transmitiros es que, inspirándonos en las típicas “10 Minutes Film School” de Robert Rodríguez, hay que adaptarse a lo que uno tiene (que por lo general, nos guste o no, ese “uno” suele ser el dinero) , a lo que puede conseguir sin tener que vender un riñón y que lo importante, al fin y al cabo, es la historia que cuentes.